El deporte siempre ha sido un ámbito ligado a lo físico y lo mental. Los grandes deportistas son atletas con un desempeño físico soberbio que muestran al mundo a través de disciplinas como el atletismo o incluso en deportes tan populares como el baloncesto, el fútbol, el tenis o el golf. Pero este sector también se está viendo fuertemente influenciado por la tecnología, hasta el punto de vivir una auténtica revolución sin precedentes.
No es solo una cuestión de ver al público disfrutar aún más de su deporte favoritos haciendo apuestas en el mejor casino que conozca, es algo que afecta a los propios deportistas y clubes, que les permite rendir aún mejor y prepararse más para sorprender al mundo con sus resultados en el terreno de juego o en las grandes competiciones. La tecnología se fusionó con el deporte hace muchos años, pero es ahora cuando está mostrando más que nunca la revolución que supone esta combinación.
¿Cómo influye la tecnología en el deporte?
Vamos a dejar a un lado todo lo que tiene que ver con la experiencia del público, que ahora por ejemplo puede sentirse más dentro que nunca de sus eventos favoritos gracias a la Realidad Virtual o la Realidad Aumentada. Vamos a centrarnos en lo que supone para los propios deportistas y equipos. La tecnología les ha facilitado muchos aspectos que antes requerían más tiempo y dedicación.
La mejor prueba de esto la tenemos con la herramienta que está cambiando el mundo, la IA. Ahora, los equipos, entrenadores o atletas pueden usar la Inteligencia Artificial para analizar grandes cantidades de datos en tiempo real. Tiempos, movimientos, acciones, ejecuciones… Todo eso puede pasar por esta tecnología para analizar el rendimiento, buscar formas de mejorar e incluso establecer pautas para prevenir lesiones. Una IA puede sugerir a un equipo las pautas más adecuadas para mejorar en base a un análisis de su funcionamiento y de su competencia.
Luego está, por supuesto, el Internet de las Cosas o IoT. Cada vez hay más equipamiento deportivo equipado con sensores que permiten monitorizar el rendimiento, la salud o incluso la ejecución de los movimientos de los deportistas en tiempo real. Capturan toda esta información para poder analizarla y ver cómo mejorar, o cómo corregir posibles fallos. Así, se pueden diseñar mejores estrategias tanto para entrenar como a la hora de competir.
Simulaciones virtuales para predecir resultados o plantear posibles escenarios, prevenir el riesgo de lesiones, recomendar pautas para acelerar la recuperación en caso de problemas, trazar posibles estrategias de juego… En definitiva, la tecnología está permitiendo que los deportistas puedan romper marcas, mejorar frente a sus contrincantes y, sobre todo, mejorar la toma de decisiones para alcanzar el éxito.
Es toda una revolución que se palpa en todos los frentes del deporte. Como decíamos antes, no solo se aplica a los propios deportistas, también se aplica a quienes disfrutan del deporte como público. Transmisiones de mayor calidad, contenidos más elaborados, análisis más exhaustivos y hasta nuevas formas de disfrutar de todo el contenido que proviene de los grandes eventos deportivos. Ha sido, es y será un cambio sin precedentes.