Aunque hay más de un proyecto en el mundo que monitorea el movimiento de cuerpos celestes potencialmente peligrosos para la Tierra, muchas veces la caída de estos últimos a nuestro planeta sorprende a la comunidad científica. Esta vez, los astrónomos descubrieron un pequeño asteroide solo unas horas antes de que ingresara a la atmósfera terrestre y finalmente cayera en el lago Ontario de Canadá el 19 de noviembre.
Un mini-asteroide de menos de un metro de diámetro fue descubierto por el astrónomo David Rankin, que trabajaba en el Observatorio Mount Lemmon en Arizona (EE.UU.). Otras observaciones de otros astrónomos confirmaron que, a juzgar por la trayectoria del cuerpo celeste, que se dirigía desde el gran cinturón de asteroides ubicado entre las órbitas de Marte y Júpiter, era inevitable una colisión con la Tierra.
Según la NASA, solo tres horas después de que se detectara por primera vez el objeto C8FF042, entró en la atmósfera sobre Canadá y cayó en el lago Ontario. La Agencia Espacial Europea (ESA) informa que esta es solo la sexta vez en la historia que se detecta un asteroide horas antes del impacto. Entonces, en marzo, un astrónomo húngaro descubrió un objeto espacial bastante grande solo dos horas antes de que se quemara en la atmósfera sobre el Océano Atlántico.
Testigos de Toronto informaron haber visto una bola de fuego brillante que iluminó el cielo el sábado pasado. Muchos observadores lograron filmar el incidente. Según la NASA, los radares rastrearon el objeto desde una altitud de 15 km a 0,85 km, donde pareció romperse en pedazos. La mayoría de los fragmentos probablemente cayeron al lago, según la NASA, pero algunas piezas pequeñas pueden haber aterrizado cerca de las ciudades de Grimsby y McNab. La American Meteor Society recibió 59 informes de avistamientos de bolas de fuego.
Vale la pena señalar que los pequeños asteroides ingresan a la atmósfera de la Tierra con regularidad, dejando atrás solo estelas ardientes y brillantes. Los fragmentos más grandes pueden llegar al planeta y convertirse en valiosos materiales de investigación para los científicos que quieran aprender más sobre la naturaleza de los objetos del sistema solar.
Los objetos de más de 20 m de diámetro pueden causar problemas, ya que la onda de choque de sus explosiones puede romper ventanas e incluso romper árboles. Los asteroides más grandes pueden causar aún más daño, pero afortunadamente rara vez golpean la Tierra.
Well, here's a BEAUTIFUL view of the bolide from the camera that looks up at the Tower… pic.twitter.com/cxl1lrVeM8
— Scott Sutherland, Science Writer (@ScottWx_TWN) November 19, 2022
La comunidad astronómica internacional monitorea los asteroides cercanos a la Tierra, con la esperanza de detectar todos los objetos potencialmente peligrosos. Los astrónomos son bastante optimistas y creen que ya se conocen todos los “asesinos de planetas” con un diámetro de más de 1 km, y ningún objeto representa una amenaza directa para la Tierra, aunque recientemente hubo que ajustar los datos. Sin embargo, se cree que aún no se han descubierto muchos objetos más pequeños capaces de causar una destrucción a gran escala en todo el país.
En septiembre de este año, la sonda DART, creada por la NASA, atacó con éxito al asteroide Dimorphos para cambiar su órbita. Se cree que en el futuro tales sistemas pueden convertirse en la base de la protección planetaria de la Tierra.
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