El telescopio TESS de la NASA ha descubierto un raro sistema de seis planetas jóvenes y un posible séptimo orbitando una estrella joven. Según los científicos, este sistema puede proporcionar información sobre cómo se forman y se desarrollan los planetas alrededor de una estrella joven. Y su similitud con el Sistema Solar puede dar a los astrónomos una idea de cómo podría haber sido nuestro vecindario cósmico hace unos 4 mil millones de años.
Seis, y posiblemente siete, exoplanetas orbitan alrededor de la estrella enana TOI-1136 de la Vía Láctea. Se encuentra a una distancia de unos 270 años luz de la Tierra. La gran cantidad de exoplanetas en el sistema inspiró a los científicos a realizar una investigación más profunda. “Dado que pocos sistemas estelares tienen tantos planetas como éste, se aproxima en tamaño a nuestro sistema solar. Es lo suficientemente similar y diferente como para que podamos aprender mucho”, afirman los científicos.
Los científicos primero estudiaron el sistema TOI-1136 utilizando el TESS de la NASA y luego continuaron el estudio con múltiples telescopios, revelando las masas de los planetas, las formas orbitales y las características atmosféricas. Los planetas recibieron el nombre de TOI-1136 b a TOI-1136 g y pertenecen a la clase “subneptuno”. El más pequeño de ellos tiene el doble del tamaño de la Tierra, mientras que algunos de sus vecinos tienen cuatro veces el tamaño de la Tierra. Todos los exoplanetas TOI-1136 están tan cerca de su estrella madre que completan una órbita completa en menos de 88 días terrestres. Este es el período orbital de Mercurio.
Son planetas extraños para nosotros porque no hay nada parecido en nuestro sistema solar, pero como dicen los científicos, cuanto más estudiamos otros sistemas planetarios, más parece que pueden ser el tipo de planeta más común en la galaxia. Lo que realmente distingue a TOI-1136 es lo jóvenes que son este planeta y su estrella central. TOI-1136 tiene sólo 700 millones de años. En comparación con los 4.500 millones de años del sistema solar, esto hace que el sistema sea un bebé. Esto permite a los científicos observar los planetas inmediatamente después de su formación.
Las estrellas jóvenes se caracterizan por una actividad que se manifiesta en forma de magnetismo intenso, manchas solares más extendidas e intensas y un aumento de las erupciones solares. La radiación de las estrellas no sólo dificulta su observación, sino que también influye en las características atmosféricas de los planetas.
Los planetas del sistema TOI-1136 no sólo tienen relativamente la misma edad, sino que también están cerca unos de otros. Esto dio a los investigadores la oportunidad de estudiar cosas que no son fáciles de estudiar en otro sistema planetario. “Normalmente, cuando buscamos planetas, nos fijamos en la influencia de los planetas sobre nuestra estrella. Observamos el movimiento de la estrella y lo interpretamos como la influencia gravitacional de los planetas sobre ella”, dicen los científicos. “Mira cómo los planetas se atraen entre sí”. Esta proximidad permitió al equipo detectar una “fuerza resonante” que parece indicar que el séptimo mundo puede estar influyendo gravitacionalmente en los seis confirmados.
Los telescopios ayudaron al equipo a observar los “bamboleos” de la estrella enana TOI-1136 provocados por la influencia de sus planetas. La combinación de observaciones de esta “oscilación” con modelos informáticos hizo posible determinar con precisión las masas de los planetas.
Se cree que los primeros gérmenes de vida aparecieron en la Tierra unos 600 millones de años después de la formación del sistema solar durante un período de la historia llamado Arcaico. Los exoplanetas del sistema TOI-1136 se encuentran en una etapa similar de su historia. Pero las posibilidades de que los planetas de este sistema sean capaces de albergar vida parecen escasas debido a su proximidad a la estrella madre. Lo más probable es que la intensa radiación destruya las atmósferas de estos mundos y al mismo tiempo evapore el agua líquida. El equipo pretende ahora confirmar la presencia de un séptimo planeta en TOI-1136 y determinar la composición de las atmósferas utilizando el telescopio Webb.
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