Científicos del Imperial College de Londres han desarrollado un pequeño motor de cohete ICE-Cube Thruster (Iridium Catalysed Electrolysis CubeSat Thruster) basado en electrólisis catalizada por iridio. Es tan pequeño que se fabrica utilizando el mismo método que se utiliza para fabricar chips semiconductores. El motor está destinado a satélites compactos: cubesats (CubeSat).
Como escribe el portal de la ESA, dado que hasta el 90% de los lanzamientos espaciales implican colocar en órbita terrestre cubesats que pesan hasta 10 kg, muchos de ellos no son más grandes que un teléfono inteligente normal. Es muy difícil crear componentes del tamaño adecuado para este tipo de naves espaciales. Y uno de estos problemas es la creación de motores de cohetes teniendo en cuenta las limitaciones físicas de dichos satélites. En este caso, los motores no sólo deben ser pequeños, sino también lo más simples posible, sin vacío, de baja potencia y no deben utilizar materiales tóxicos.
La longitud total del ICE-Cube Thruster, cuyo desarrollo fue financiado por la Agencia Espacial Europea, es de unos 2 cm, y su cámara de combustión y su boquilla miden sólo 1 mm de largo. Sólo necesita 20 W de corriente eléctrica para funcionar. Durante las pruebas, el motor generó un empuje de 1,25 mN con un impulso específico de 185 segundos de forma continua. En comparación, esto es 500 millones de veces menor que el empuje de los motores utilizados en los transbordadores espaciales.
Sin embargo, la singularidad de este micromotor no está en la potencia de tracción, sino en el hecho de que utiliza agua corriente como combustible, que es lo menos explosiva e inflamable posible. Con la ayuda de una corriente eléctrica, se produce la electrólisis, el agua se divide en hidrógeno y oxígeno, que se introducen en la cámara de combustión para su ignición, creando empuje para maniobrar el satélite.
El uso de agua no sólo es muy ecológico, sino que además reduce el peso total del dispositivo, ya que su almacenamiento y suministro no requiere el uso de sistemas complejos. Sin embargo, hacer la cámara de combustión y la boquilla del motor esencialmente en dos dimensiones requirió recurrir a la microelectrónica y al método de sistemas micro electromecánicos (MEMS), que se usa comúnmente para procesar obleas de silicio para producir chips con precisión submicrométrica.
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