Aunque hay agua en la luna, no se almacena en depósitos convenientes, sino que se encierra en el suelo lunar. Ahora, un nuevo estudio explica que los astronautas sedientos algún día podrían refrescarse con bastante facilidad, arrojando una taza de suelo lunar en un horno de microondas.
Durante la última década, ha habido una creciente evidencia de agua en la Luna unida entre granos de polvo lunar superficial conocidos como regolito. Se estima que está entre 100 y 400 partes por millón, con concentraciones más altas en los polos, donde se forman depósitos congelados en lugares que nunca reciben luz solar directa.
Esto significa que las futuras misiones tripuladas a la luna podrían ser un poco más livianas, pero ¿cómo podrán extraer agua potable de ellas? Un nuevo estudio realizado por científicos de la Universidad Abierta y la Universidad de Florida Central ha demostrado que se puede hacer con un horno de microondas normal.
El equipo comenzó con dos versiones diferentes de regolito simulado basadas en muestras devueltas de las misiones Apolo: una con la composición de las tierras altas lunares y otra que imita los suelos oscuros de las llanuras. Luego mezclaron agua desionizada para compensar entre el 3 % y el 15 % del peso de cada muestra, igualando el rango de contenido de agua estimado en estudios anteriores.
Luego, estas muestras se colocaron en crisoles forrados con papel cerámico y se colocaron en una cámara que simulaba la presión y la temperatura de la superficie lunar. Luego se calentaron durante 25 minutos en microondas de 250 W, que es menos que la potencia del microondas de la cocina.
Y, por supuesto, la técnica pudo exprimir una cantidad decente de agua de las muestras. Se extrajo más del 50% del agua presente en las muestras que simulan la llanura y más del 67% del regolito de altura. Cuando se calentó durante 35 minutos, fue posible extraer hasta el 90% del agua.
Sin embargo, contrariamente a lo esperado, las muestras más húmedas fueron las peores: la cantidad de agua extraída en ellas disminuyó al 32%. El estudio sugiere que cuando el regolito más rico se congela, el hielo en expansión separa aún más las partículas de polvo, lo que debilita el intercambio de calor entre ellas y hace que la extracción de agua sea menos eficiente.
El equipo dice que los astronautas podrían usar instalaciones de microondas de baja potencia para extraer agua de áreas con un contenido de agua relativamente bajo, menos del 10% en peso.
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