El poderoso observatorio de Arecibo con el segundo radiotelescopio más grande fue completamente destruido en diciembre de 2020. Pero dejó un gran regalo para la humanidad al despedirse.
El telescopio del Observatorio de Arecibo sufrió graves daños en septiembre de 2017 por el huracán María de categoría 5, pero continuó recopilando datos. Según la información recopilada entre diciembre de 2017 y diciembre de 2019, los científicos publicaron el informe más grande jamás publicado sobre asteroides que se acercan a la Tierra.
El informe incluye observaciones detalladas de 191 asteroides cercanos a la Tierra, incluidos casi 70 considerados “potencialmente peligrosos”. Este es el nombre que reciben los grandes asteroides cuyas órbitas los acercan a la Tierra a una distancia aproximada de 7,5 millones de km (unas 20 veces mayor que la distancia media entre la Tierra y la Luna).
Afortunadamente, ninguno de los asteroides recién descritos representa una amenaza inmediata para nosotros: los datos de la NASA dicen que la Tierra está a salvo de colisiones fatales durante al menos los próximos 100 años. Sin embargo, los científicos aún prestan mucha atención a estos objetos cercanos a la Tierra en caso de que sus trayectorias cambien debido a algún accidente (por ejemplo, por el impacto de otro asteroide) y los pongan en curso de colisión con la Tierra.
El nuevo informe también señala varios asteroides que se consideran dignos de estudio en el futuro, incluido un extraño objeto espacial llamado 2017 YE5, un asteroide doble increíblemente raro de “igual masa” que consta de dos rocas de tamaño casi idéntico que giran constantemente una alrededor de la otra. El diámetro de cada uno es de 800 a 900 m La alta reflectividad de radar del asteroide puede indicar una gran cantidad de hielo de agua debajo de su superficie. Quizás este sea el primer asteroide doble helado de “igual masa” en el espacio cercano a la Tierra, escriben los investigadores.
Con la ayuda de un nuevo “tesoro oculto” de datos, los científicos pueden medir mejor las formas, los tamaños y los períodos de rotación de estos asteroides. Esta información es crucial para evaluar los riesgos potenciales que los asteroides pueden representar para nuestro planeta. Las observaciones de Arecibo también desempeñaron un papel directo en la planificación de la misión DART de la NASA, durante la cual los científicos estrellaron la nave espacial contra el asteroide cercano a la Tierra Dimorphos y cambiaron su período orbital en 32 minutos.
El Observatorio de Arecibo se construyó en Puerto Rico en 1963 y allí se instaló el radiotelescopio más grande y poderoso (en ese momento) del mundo. En 1974, entregó el primer mensaje de la humanidad a los extraterrestres, pero en la cultura popular, el icónico plato del telescopio de 305 m de ancho se hizo mundialmente famoso en la década de 1990 cuando apareció en las películas Contact y Goldeneye.
En octubre de 2022, la Fundación Nacional de Ciencias, propietaria del sitio donde se construye Arecibo, anunció que no había planes para reemplazar o reparar el telescopio. Pero los investigadores todavía están analizando los datos que recibió, por lo que el telescopio muerto más famoso del mundo probablemente todavía “traiga” regalos científicos.
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