En 2019, la Comisión Federal de Comunicaciones de EE. UU. prohibió a los operadores estadounidenses, que en ese momento estaban comenzando a implementar sus redes 5G, utilizar subsidios para comprar equipos de empresas consideradas una amenaza para la seguridad nacional. Los fabricantes chinos Huawei y ZTE encabezan esta lista. China está implementando ahora una medida similar: el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información ha ordenado a los operadores móviles estatales, incluidos los dos operadores más grandes del país, que eliminen gradualmente el uso de chips extranjeros, según el Wall Street Journal.
Según se informa, el regulador ha ordenado a China Mobile y China Telecom, así como a todos los demás operadores estatales, que revisen sus redes en busca de semiconductores que no se hayan producido localmente. Luego les pidió que determinaran el momento de su reemplazo. Las fuentes dijeron a la revista que ahora existe la oportunidad de cambiar a chips nacionales gracias a las mejoras en su calidad y rendimiento en los últimos años. Empresas chinas como Huawei se han visto obligadas a desarrollar sus propios semiconductores tras verse afectadas por sanciones comerciales para poder ser autosuficientes y en caso de que ya no puedan importar chips de Estados Unidos y sus aliados. El gobierno chino, a su vez, apoya sus esfuerzos y está recaudando 40 mil millones de dólares para ayudar a la industria nacional de semiconductores.
Esta última medida de China sigue a la prohibición del uso de procesadores Intel y AMD en computadoras gubernamentales. Antes de eso, China también prohibió el uso de tecnología de fabricación estadounidense en todas las instituciones gubernamentales y organizaciones públicas y prohibió a las empresas locales comprar chips fabricados por el fabricante de memorias estadounidense Micron Technology. Es probable que Intel y AMD sufran pérdidas importantes por esta innovación, ya que producen la mayoría de los chips utilizados en las redes móviles de todo el mundo. China también fue el mercado más grande de Intel en 2023, representando el 27% de sus ingresos. Además de perder algunos de sus mayores clientes, las empresas ahora enfrentarán la competencia de los fabricantes chinos.
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