En los vuelos espaciales largos, se produce un efecto curioso en nuestro organismo. Por ejemplo uno de ellos es el movimiento y cambio de flujo del liquido que se encuentra tanto en venas como en arterias del cerebro. Esto según un nuevo estudio de la Universidad de Salud y Ciencias de Oregón.
“Estos hallazgos tienen implicaciones importantes a medida que continuamos con la exploración espacial”, dijo el autor principal Juan Piantino, MD, profesor asistente de pediatría (neurología) en la Facultad de Medicina de OHSU. “También te obliga a pensar en algunas cuestiones básicas fundamentales de la ciencia y cómo evolucionó la vida aquí en la Tierra”.
Los investigadores utilizaron imágenes de resonancia magnética para medir el espacio peri vascular, el espacio alrededor de los vasos sanguíneos, en los cerebros de los astronautas antes e inmediatamente después de su lanzamiento. También repitieron las mediciones de resonancia magnética en 1, 3 y 6 meses después del regreso. Se compararon imágenes de astronautas con imágenes del mismo espacio peri vascular en los cerebros de 16 personas con su estadía normal en la Tierra.
Comparando imágenes de antes y después, encontraron un aumento en los espacios peri vasculares en los cerebros de los astronautas que visitaron el espacio por primera vez. Pero no encontraron diferencias entre los astronautas que habían trabajado previamente a bordo de la estación espacial. “Los astronautas experimentados pueden haber alcanzado algún tipo de homeostasis”, dijo Piantino. En todos los casos, los investigadores no encontraron problemas de equilibrio o memoria visual. Lo que podría indicar un déficit neurológico en los astronautas, a pesar de las diferencias medidas en los espacios peri vasculares de sus cerebros. Comparando un gran grupo de astronautas, este estudio es el primer análisis comparativo de un aspecto importante de la salud del cerebro en el espacio.
La fisiología humana se basa en el hecho de que la vida ha evolucionado durante millones de años, estando ligada a la atracción gravitacional de la Tierra. En el espacio, el flujo normal de líquido cefalorraquídeo (LCR) en el cerebro cambia bajo la influencia de la gravedad. “Todos nos adaptamos para usar la gravedad a nuestro favor”, dijo Piantino. “La naturaleza no puso nuestros cerebros en nuestros pies, los puso en lo alto. Una vez que eliminas la gravedad de la ecuación, ¿Qué le hace eso a la fisiología humana?”. Los investigadores decidieron averiguarlo midiendo los espacios peri vasculares a través de los cuales el líquido cefalorraquídeo ingresa al cerebro.
Estos espacios son una parte integral y fundamental del sistema natural de limpieza del cerebro que ocurre durante el sueño. Conocido como el sistema linfático, esta red, que cubre todo el cerebro, lo limpia de proteínas metabólicas, desechos, células muertas y otros componentes que de otro modo podrían acumularse en el cerebro. Según los científicos, este sistema funciona de manera óptima durante el sueño profundo. Los espacios peri vasculares, medidos en el cerebro, son el “hardware” del sistema linfático. El aumento de estos espacios se produce con el envejecimiento, e incluso asociado al desarrollo de demencia.
Los investigadores utilizaron un método diseñado para medir los cambios en los espacios peri vasculares mediante resonancias magnéticas. Según Piantino, los resultados del estudio pueden ser útiles para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades terrestres relacionadas con el líquido cefalorraquídeo, como la hidrocefalia. “Estos resultados no solo ayudan a comprender los cambios fundamentales que ocurren durante los vuelos espaciales. Sino que también ayudan a las personas en la Tierra que padecen enfermedades que afectan la circulación del líquido cefalorraquídeo”, dijo Piantino.
Aquí te dejamos una lista de noticias que también vas a querer leer: