¿Qué son las armas termobáricas y cómo funcionan estas municiones extremadamente peligrosas, ya que ninguna fortificación o refugio puede protegerse de ellas? Todo esto se lo explicamos a continuación en nuestro artículo.
Los rusos están atacando no solo objetivos militares sino también civiles, utilizando armas cada vez más sofisticadas y mortíferas. Las armas termobáricas cuyo poder destructivo es comparable a las ojivas nucleares tácticas, ya han sido utilizadas por invasores en varias ciudades ucranianas. El daño que hacen realmente es enorme.
Sin embargo, antes de entrar en detalles debe decirse que las armas termobáricas están prohibidas por la Convención de Ginebra para su uso contra civiles, no militares. Pero como todos ven ahora, Rusia está violando la Convención de Ginebra al usar armas termobáricas y otras municiones prohibidas. Como bombas de racimo y de fósforo y armas químicas, contra civiles en Ucrania.
Esto fue declarado por primera vez por la embajadora estadounidense Linda Thomas Greenfield en el foro de la ONU. El hecho de que la Federación Rusa haya suspendido el Protocolo Adicional a la Convención de Ginebra de 2019 no lo justifica. Lo peor es que es muy probable que Rusia siga utilizando este tipo de armas. Dado el despliegue de lanzallamas pesados TOS-1 en Ucrania. Poseen un lanzador de 24 cámaras (versión TOS-1A) con misiles calibre 220 con ojivas termobáricas o incendiarias, que pueden cubrir un área de aproximadamente 78.408 metros cuadrados (198 por 396 metros) en pocos segundos.
Hoy intentaremos explicar la influencia de esta arma tan peligrosa en la guerra.
La bomba termobárica también se llama “bomba de vacío”, pero este nombre es incorrecto y de ninguna manera oficial. La aparición de estas armas se las debemos a científicos alemanes, pues bajo la dirección del físico austríaco Mario Zippermayr en 1943, realizaron la primera explosión de una bomba. Basada en la detonación de un aerosol combustible de polvo de carbón y oxígeno líquido.
Después de la guerra, cuando Zippermeyer cayó en manos estadounidenses, descubrió que una bomba diseñada por su equipo había provocado una explosión similar en efecto a una bomba nuclear. Aunque sin producción de radiación radiactiva y mucho más barata que la nuclear.
Las municiones termobáricas fueron ampliamente utilizadas por el ejército estadounidense durante la Guerra de Vietnam. Los bombarderos los arrojaron sobre los escondites del Viet Cong. Más tarde estas causaron estragos en la Guerra del Golfo e Irak.
Los rusos también trabajaron en la mejora de las armas de aire y combustible. Se suponía que las cargas termobáricas, según los militares y estrategas soviéticos, se convertirían en un sustituto de las armas nucleares tácticas. Las bombas de aire y combustible son extremadamente efectivas, pero por otro lado, no amenazan con exacerbar el conflicto. Como el uso de armas nucleares, y no tienen ‘efectos secundarios’ como la radiación, que amenaza a sus propios soldados.
A los rusos les gustan las armas termobáricas, y ahora las usan en municiones de aviación (por ejemplo, durante la guerra civil siria), misiles aire-tierra, misiles guiados, sistemas de artillería de campaña y lanzagranadas portátiles de unidades de infantería (incluyendo RPG-7 lanzagranadas). y RSzG-2).
Entonces, ¿Qué tiene de especial este tipo de bomba que se puede comparar con un arma nuclear de destrucción masiva?
Las bombas termobáricas son casi 100% explosivas, complementadas con combustible, cuya combustión en el oxígeno del aire hace que la onda expansiva sea mucho más fuerte. El combustible utilizado en las bombas termobáricas puede consistir en sólidos y líquidos que utilizan metales en polvo (incluidos el titanio, el magnesio y el boro).
Cabe señalar que, debido al desarrollo de la tecnología, las fuerzas aéreas también pueden utilizar municiones termobáricas. La efectividad de tales armas la sintieron los terroristas en Afganistán, cuando en 2017 los estadounidenses arrojaron sobre ellos la llamada Madre de todas las bombas. Es decir la bomba estadounidense más grande GBU-43 con un peso de 9800 kg con 8500 kg de explosivos, equivalente a 11 toneladas. de TNT. Ahora, desafortunadamente, este tipo de arma también se usa en la guerra ruso-ucraniana.
Las tropas de Putin utilizan principalmente estas municiones con el sistema TOS-1 ‘Buratino’. Este equipo está basado en tecnología desarrollada en los años 70 del siglo pasado. Cabe señalar que TOS significa ‘sistema de fuego pesado’, por lo que Buratino es, de hecho, un lanzallamas pesado. Este nombre refleja bien cómo funciona TOS-1.
El sistema de artillería de campo está disponible en las siguientes versiones:
El sistema TOS puede alcanzar objetivos a una distancia de 400 m a 6 km. El TOS-1 utiliza misiles con una ojiva incendiaria o termobárica. Los misiles no son guiados, la tripulación usa una mira óptica y un telémetro láser.
Las armas termobáricas cubren un área muy grande con su fuego. La dispersión de explosivos en el aire hace posible el uso de oxígeno para la combustión de combustibles. La mayoría de las bombas convencionales también funcionan con una mezcla de combustible y oxidante, pero con las bombas termobáricas entra en juego casi toda la composición del combustible, es decir, las bombas termobáricas son mucho más peligrosas que las convencionales. Sin embargo, funcionan de maneras completamente diferentes.
Este tipo de arma tiene muchos nombres: arma termobárica, de vacío, de aerosol o de aire-combustible. Este es un agente de combate que, en pocas palabras, consiste en un contenedor de combustible y dos explosivos separados. La carga explota en dos fases: primero, un detonador detona una pequeña carga de explosivo ordinario, liberando una nube de material (generalmente una mezcla de combustible y partículas de metal), y luego esta nube rociada se enciende con una segunda carga. Tal explosión crea una enorme onda expansiva, una bola de fuego y, sobre todo, crea un vacío que absorbe el oxígeno del ambiente. Es por eso que esta bomba a veces se llama bomba de vacío. La explosión creada de esta manera dura mucho más que en el caso de las armas convencionales y tiene un alcance mucho más amplio, golpeando un área mucho más grande.
La explosión de una bomba de aire-combustible puede penetrar en el edificio, matando a las personas que se encuentran en él con una onda expansiva y temperaturas extremadamente altas (hasta 1000°) en el área de la explosión. El impacto de este tipo de misil en las personas es terrible, porque la explosión literalmente succiona el aire de los pulmones de las personas y los reduce a cenizas. Provocando conmociones cerebrales, ruptura de tímpanos, hemorragias nasales, huesos rotos y quemaduras terribles. No puedes escapar de esta explosión, no puedes protegerte de ella con un casco, un chaleco antibalas o esconderte detrás de una pared, además, todo toma literalmente una fracción de segundo. Ahora, desafortunadamente, este tipo de arma se usa en la guerra ruso-ucraniana.
El mismo nombre ‘Termobárico’ indica la combinación de alta temperatura y presión extremadamente alta que acompaña a la explosión. Este tipo de arma viene en una variedad de tipos y tamaños, desde pequeños proyectiles y misiles hasta las bombas de aire más grandes utilizadas, por ejemplo, para destruir cuevas y búnkeres subterráneos.
Desafortunadamente, solo una habitación herméticamente sellada que puede evitar que entre la mezcla explosiva puede salvarse de los bombardeos con tales armas. Además, la habitación debe ser lo suficientemente resistente para soportar la onda expansiva. Esto significa que es casi imposible que la población civil se defienda. Ese es el peligro. Por lo tanto, las armas termobáricas pueden equipararse a las armas de destrucción masiva.
Los lanzadores de misiles pesados que utilizan municiones termobáricas pueden contrarrestarse con aviones o con ataques precisos de artillería. Por lo tanto, confiemos en nuestras Fuerzas Armadas, que a principios de marzo capturaron el sistema ruso de lanzallamas pesados TOS-1. Además, en mi región Kharkiv, el valiente ejército ucraniano pudo capturar y usar el trofeo TOS-1A ‘Solntsepek’ contra los ocupantes. Es decir, sabemos resistir al enemigo.
Las bombas de vacío tienen un enorme poder destructivo. Human Rights Watch cita un documento de la CIA sobre el uso de este tipo de armas: ‘Las personas que se encuentran cerca del lugar de la detonación mueren en el acto. Las personas a distancia pueden sufrir muchas lesiones internas y, por lo tanto, invisibles. Incluida la ruptura del tímpano, conmociones cerebrales graves, ruptura de los pulmones y otros órganos internos y, posiblemente, ceguera.
Aunque no existe una ley separada que prohíba el uso de este tipo de armas (a diferencia, por ejemplo, de las municiones en racimo), se considera un arma de destrucción masiva. El uso de municiones termobáricas contra civiles en asentamientos humanos se equipara a crímenes de guerra. Es decir, los militares que los utilicen pueden ser condenados por crímenes de guerra en virtud de las Convenciones de La Haya de 1899 y 1907.
Cabe señalar que el Fiscal de la Corte Penal Internacional, Karim Khan, ya anunció que la ISS investigará los crímenes de guerra en Ucrania. Es decir, el merecido castigo de los orcos es inevitable, como lo es la inevitable derrota en esta guerra.
Estamos seguros de que saldremos victoriosos porque defendemos nuestra tierra, nuestras ciudades y pueblos. ¡Todo será Ucrania! ¡Creemos en nuestras Fuerzas Armadas! ¡Gloria a Ucrania! ¡Muerte a los enemigos!
También puede ayudar a Ucrania a luchar contra los ocupantes rusos a través de Savelife o a través de una página oficial del Banco Nacional de Ucrania.
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