El 18 de julio, la Unión Europea adoptó la Ley de Mercados Digitales (DMA), un conjunto de nuevas reglas destinadas a crear una competencia en línea más justa. La nueva legislación debería crear una igualdad de oportunidades para todos los agentes del mercado.
Permítanme recordarles que la Ley de Mercados Digitales tenía que ver con los “Guardianes o también conocidos como Gatekeepers“. La influencia de las empresas es tan fuerte que es casi imposible competir con ellas: o tienes que abandonar tu idea o ser consumido por uno de los Gatekeepers.
Las categorías para las que se adoptó la DMA incluyen motores de búsqueda en línea, tiendas de aplicaciones y plataformas de redes sociales. La legislación también se dirige a las aplicaciones de mensajería, así como a la publicidad, el comercio electrónico y los servicios en la nube.
Para calificar como Gatekeeper, una empresa debe tener ingresos anuales de al menos 7.500 millones de euros (8.200 millones de dólares) en la UE durante los últimos tres años, o tener un valor de mercado de al menos 75.000 millones de euros (82.000 millones de dólares). Gatekeeper también debe tener al menos 45 millones de usuarios por mes y 10,000 usuarios comerciales registrados en la UE.
Según la nueva ley, las Compañías Grandes de Tecnología deberán informar a la Comisión Europea sobre sus adquisiciones y fusiones. Darse de baja de los servicios de la plataforma central debería ser tan fácil como suscribirse a ellos. Las características principales de los servicios de mensajería instantánea deben ser interoperables, lo que significa que los usuarios deben poder intercambiar mensajes y enviar mensajes de voz o archivos entre diferentes aplicaciones de mensajería. Los usuarios comerciales deben tener acceso a sus datos publicitarios en la plataforma.
¿Qué estará prohibido para los Gatekeepers?
- Sobrevalorar sus productos y servicios
- Preinstalar ciertos software
- Restringir la capacidad del usuario para desinstalar cualquier software preinstalado (y, como resultado, también está prohibido obligar a los usuarios a usar solo software preinstalado)
- Obligar a los desarrolladores a usar ciertas plataformas de pago para vender sus aplicaciones
- Utilizar datos personales si fueron recopilados por un servicio para otro.
Las medidas punitivas son bastante estrictas: si la empresa no cumple con las nuevas reglas durante seis meses, se enfrenta a una multa de hasta el 10 % de la facturación global total del año y hasta el 20 % por infracciones reiteradas. Y si incumplen las reglas al menos tres veces en ocho años, la Comisión Europea puede iniciar una investigación de mercado y, si es necesario, aplicar medidas conductuales o estructurales.
La Ley de Mercados Digitales afectará más al llamado grupo Big Tech, que son los que se permiten muchas de las cosas que, a partir del 18 de julio, estarán prohibidas.
En la práctica, Apple se verá obligada a permitir alternativas para descargas de aplicaciones y pagos de terceros en la App Store, una medida a la que se resiste porque le costaría la tarifa del 30% que cobra por las transacciones.
Google y Meta tendrán que dejar de recopilar datos de varios servicios de los que son propietarios para ofrecer publicidad dirigida sin el consentimiento de los usuarios.
Apple y Google también tendrán que despedirse de las muchas aplicaciones predeterminadas que proporcionan durante la instalación.
En cuanto a Amazon, tendrá que dejar de priorizar sus propios productos frente a los de terceros y tendrá prohibido utilizar los datos recopilados de los vendedores en su plataforma para ofrecer sus propios productos de la competencia.
Por lo tanto, la nueva legislación costará mucho dinero al grupo Big Tech, pero debería devolver la equidad en el espacio digital y una competencia saludable al mercado de la UE.
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