Durante décadas, países de todo el mundo han expresado su preocupación por la carrera armamentista en el espacio y han subrayado que el despliegue de armas en el espacio podría ser un “peligro grave” que pondría en peligro a todas las personas.
A principios de la década de 1980, el entonces secretario general de la Unión Soviética, Yuri Andropov, afirmó que Moscú no sería “el primero en lanzar armas anti satélite de ningún tipo”. Andropov emitió una “moratoria sobre tales lanzamientos durante todo el período durante el cual otros países, incluido Estados Unidos, se abstendrían de desplegar sistemas anti satélite de cualquier tipo en el espacio exterior”.
Desde 2014, la gran mayoría de los países han votado a favor de una resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas reafirmando su compromiso político de no ser los primeros en desplegar armas en el espacio.
Pero incluso en este asunto, existe un pequeño problema sobre la mesa. A fines de 2021, Rusia realizó pruebas de misiles anti satélite. Tales pruebas conducen a la formación de escombros en la órbita, que cabe recalcar ya se encuentra llena de satélites inactivos procedentes de lanzamientos espaciales anteriores. Lo que en última instancia afecta a la seguridad de los vuelos espaciales.
En el contexto de tales pruebas, es gratificante escuchar que el 18 de abril, la Vicepresidenta de los Estados Unidos Kamala Harris ordenó a los Estados Unidos “no probar misiles anti satélite”. Pero el silencio sobre el abandono de otros métodos para desactivar o destruir objetos espaciales, como los medios electromagnéticos o cibernéticos, es alarmante.
Muchas vidas dependen de funciones básicas como las comunicaciones globales, el posicionamiento y la navegación, y del seguimiento de las condiciones meteorológicas y la reducción de la escasez de alimentos y agua. En primer lugar todo forma parte integral del mundo moderno. Las consecuencias si se destruye incluso una mínima parte de la infraestructura espacial causaría agravios importantes a la industria, las fuerzas armadas e incluso para los civiles , que serían inaceptables .
Colocar o usar armas en el espacio aumentará la probabilidad de conflicto. El derecho espacial internacional impone restricciones a la prueba, al uso de armas anti satélite y a las violaciones de las señales de radiofrecuencia. La ley también restringe otros medios de crear obstáculos indeseables a las operaciones espaciales en otros países.
El espacio es un bien global, “accesible para todos”. Según el Tratado del Espacio Exterior de 1967, el espacio debe ser explorado y utilizado “con fines pacíficos” y “para el bien y el beneficio de todos los países”.
Aquí te dejamos una lista de noticias que también vas a querer leer: